Las aftas bucales o úlceras aftosas, son por lo general pequeñas lesiones bucales, bastante molestas, que aparecen en la base de las encías y otros tejidos blandos de la boca.
Son lesiones bastante frecuentes, especialmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, que suelen confundirse con otras enfermedades que producen úlceras como el herpes labial. Sin embargo, a pesar de que las aftas bucales pueden crear muchas molestias, no son contagiosas y, en condiciones normales, no representan un riesgo a largo plazo para tu salud.
¿Cuáles son sus características y sus síntomas?
Las aftas bucales son lesiones dolorosas, al tacto y a otros estímulos como sabores fuertes y el movimiento. Generalmente, producen una sensación entumecimiento u hormigueo, aumentando la temperatura en los tejidos blandos cercanos.
Usualmente, aparecen como lesiones redondeadas u ovaladas, de color blanquecino o amarillento, con un círculo rojizo a su alrededor.
Desafortunadamente, pueden aparecer en cualquier lugar de boca; aunque, los lugares más comunes donde podemos encontrarlas son: la cara interna de los labios, bajo las encías, el piso de la boca, en la lengua, en el paladar, o dentro de las mejillas.
Sin embargo, existen algunas úlceras aftosas que pueden ser de mayor tamaño, manteniendo sus características, pero cambiando de forma y siendo un poco más profundas.
¿Por qué se producen las aftas bucales?
A pesar de que las causas y el mecanismo de aparición de las aftas bucales no están completamente comprendidos, los expertos sugieren que se originan por un grupo muy variado de factores causales o sus combinaciones. Entre ellos, podemos encontrar los siguientes:
• A veces ocurren por haber recibido un pequeño golpe o trauma como un accidente con el cepillo dental, una mordida en la mejilla, un accidente deportivo, o una herida durante la realización de algún tratamiento dental.
• Sensibilidad o alergia a algunos alimentos como el chocolate, las fresas, los frutos secos, el café o las comidas ácidas y picantes.
• Una dieta baja en vitaminas y minerales.
• Los cambios hormonales que se producen en la mujer, durante el embarazo y la menstruación.
• La ansiedad y el estrés emocional.
• El consumo de cigarrillo u otro de tipo de tabaquismo,
• En pacientes con la bacteria Helicobacter pylori,
• Y ante algunas enfermedades específicas, como enfermedades del sistema inmunitario y el VIH.
Empero, es importante considerar que cada caso es único, y una persona puede desarrollar aftas debido a varios factores simultáneos. Por tanto, tener aftas no es un indicio para diagnosticar enfermedades, por lo que es mejor acudir a un especialista si tienes otros síntomas.
Por otro lado, las aftas no están asociadas con infecciones por el virus de herpes labial.
¿Por qué son importantes las aftas bucales?
Cuando están presentes, las aftas bucales pueden representar un impedimento y una molestia para una gran cantidad de actividades diarias.
Debido a su frecuencia y dolor, pueden afectar tu salud de las siguientes formas:
• Pueden complicar tu higiene bucal diaria,
• Impedir ciertos movimientos bucales,
• Generar dificultades para hablar (especialmente si están en la lengua),
• Producir molestias durante la alimentación, para masticar o tragar,
• Pueden comprometer e impedir el consumo de ciertos alimentos y bebidas,
• Y pueden generar sialorrea (salivación excesiva), especialmente en niños.
¿Cuándo debo asistir a consulta médica u odontológica?
Generalmente, las aftas bucales desaparecen de forma espontánea en un periodo de dos semanas. A pesar de que pueden ser muy molestas, normalmente no requieren intervención médica o profesional para su mejoría.
Sin embargo, debes considerar asistir a consulta con tu dentista o tu médico en las siguientes situaciones:
• Ante cualquier afta o úlcera que dure más de 15 días, indiferentemente de su tamaño o forma.
• Ante la presencia de múltiples aftas de forma simultánea.
• Cuando tengas un afta de gran tamaño, profunda, o con bordes irregulares.
• Si los episodios o brotes de aftas son recurrentes.
• Cuando el dolor no te permita comer o realizar tus actividades diarias normales.
• Cuando presentes otros síntomas que solo estén asociados a la aparición de las aftas bucales.
En estos casos, es crucial que realices una consulta con el especialista, para evitar confundir estas lesiones simples, con otro tipo de enfermedades que pueden ser mucho más peligrosas para tu salud.
¿Qué puedo hacer para tratar el dolor y prevenir las molestias?
No existe un tratamiento específico para las aftas bucales. No obstante, si el dolor es muy fuerte, tu dentista puede indicar el uso de geles, cremas o pomadas de uso tópico, que puedes usar sobre las lesiones para disminuir significativamente el dolor. Otras medidas como el uso de extracto de vainilla directamente sobre las lesiones, o realizar enjuagues de agua con manzanilla pueden disminuir las molestias y la infamación.
Ahora bien, el uso de otro tipo de medicamentos como antialérgicos, esteroides o antibióticos, están indicados para casos severos donde se conoce una enfermedad de base. Por ende, estos medicamentos dependerán de las indicaciones del especialista, y no te recomendamos que los uses si tu doctor no lo indica.
Por otro lado, es conveniente que tomes en cuenta los siguientes consejos para disminuir la frecuencia de aparición de las lesiones:
• Mantén tus hábitos de higiene bucal en todo momento, aun teniendo las aftas en boca.
• Evita el consumo de alimentos que puedan desencadenar las lesiones como comidas muy saladas, ácidas o picantes.
• De ser posible, trata de mejorar tu alimentación con una dieta que te aporte los nutrientes y vitaminas que necesitas.
• Si posees alguna enfermedad que desencadene estas lesiones, realiza tu higiene con precaución, evitando traumas o lesiones en los tejidos blandos.
• En caso de que uses algún tipo de aparatos de ortodoncia, verifica que no haya partes filosas o sueltas causando lesiones bucales dentro de los labios o mejillas. Y si hay algún problema con tu tratamiento, visita a tu dentista a la brevedad y solicita cera para ortodoncia.
• Reduce tus cargas emocionales y el estrés laboral por medio de pasatiempos, meditación o cualquier otra medida que reduzca tu ansiedad.
• Evita los productos bucales que contengan lauril sulfato de sodio, ya que pueden desencadenar estas lesiones.