El nervio trigémino es uno de los 12 pares craneales, responsable de las sensaciones y movimientos de una gran parte del rostro y los maxilares. Es un nervio fundamental en odontología debido a su influencia directa en boca y los músculos de la cara.
Por otro lado, la neuralgia del trigémino, también llamada neuralgia trigeminal, tic doloroso o enfermedad del suicida, es una condición o trastorno crónico intenso que causa dolor paroxístico en el rostro y las zonas cercanas a este nervio.
Se caracteriza por una descarga dolorosa de muy alta intensidad, pero de corta duración que se desencadena ante actividades normales, por lo que puede representar un impedimento considerable para la rutina diaria. Además, es uno de los dolores faciales más frecuentes, afectando frecuentemente, por lo general, a personas mayores de 50 años. Como habrás adivinado, el nombre que recibe de enfermedad del suicida se debe a su elevada intensidad de dolor.
En este artículo revisaremos las características principales del nervio trigémino y de esta condición, sus síntomas, diagnóstico y algunas medidas que puedes tomar para su tratamiento.
El nervio trigémino: ¿Cuáles son los síntomas de la neuralgia del trigémino?
Entre los síntomas de esta condición, podemos encontrar los siguientes o sus combinaciones:
• El dolor de la neuralgia trigeminal es de aparición brusca, de alta intensidad y similar a una corriente eléctrica y/o ardor.
• A diferencia de otras condiciones, los episodios son breves, generalmente desde unos pocos segundos hasta un par minutos de duración.
• Los ataques dolorosos pueden ser completamente espontáneos o desencadenados por acciones normales como tocarse la cara, cepillarse los dientes, maquillarse, afeitarse, comer e incluso hablar.
• El dolor puede estar asociado a cualquier zona que sea inervadas por el nervio como las mejillas, la mandíbula, los labios, las encías, los ojos, los dientes y la frente.
• Generalmente afecta solo un lado del rostro, de forma superficial.
• La frecuencia e intensidad de los ataques incrementan a medida que pasa el tiempo.
Es importante que consultes a tu médico si presentas alguno de estos síntomas, especialmente si los analgésicos convencionales no pueden aliviar el dolor.
El nervio trigémino: ¿Cuáles son las causas de la neuralgia del trigémino?
Dependiendo del tipo de neuralgia, esta condición puede tener diversas causas.
La mayoría de las veces es causada un vaso sanguíneo (arteria o vena) que comprime la salida del nervio ubicado en el tronco del cerebro. Cuando esto ocurre, se altera la función normal del nervio debido a la presión.
Por otra parte, también puede ocurrir como consecuencia del envejecimiento. La teoría de los expertos detrás del origen de este tipo de neuralgia sugiere que las fibras nerviosas pierden su recubrimiento (en un proceso llamado desmielinización), provocando una reacción similar a un corto circuito que ocasiona el dolor.
Además, la neuralgia del trigémino puede estar asociada a otras enfermedades o condiciones de base como la esclerosis múltiple, traumatismos o lesiones neuronales, y tumores cerebrales.
Finalmente, algunos estudios tratan de vincular si existe correlación entre situaciones de estrés con el desarrollo de los problemas del nervio trigémino.
No obstante, los casos asociados a lesiones o tumores cerebrales representan menos del 1% de los casos, mientras que las afecciones vasculares son las más comunes, seguidas por la neuralgia secundarias a esclerosis múltiple.
¿Cómo se diagnostica un problema del nervio trigémino?
Es importante considerar que el diagnóstico de esta enfermedad debe realizarse por un profesional, ya sea tu médico tratante o tu dentista. Para hacerlo, el especialista evaluará las características de tu dolor y la existencia de otro tipo de condiciones neuronales.
Al evaluar el dolor, el profesional hará especial énfasis en el tipo de dolor, su ubicación, y si existe algún estímulo que desencadene los episodios.
Adicionalmente, tu médico puede solicitar exámenes complementarios que le ayuden a determinar las causas del dolor y distinguirla entre otras condiciones, como lo son:
1. Una resonancia magnética (RM): este examen es útil para descartar lesiones neurales, esclerosis múltiple o tumores como causas de la neuralgia.
2. Angiografía por resonancia magnética: durante esta prueba se inyecta una sustancia no tóxica de contraste que hace visible los vasos sanguinos durante la resonancia magnética, siendo muy eficaz para encontrar puntos de presión cuando se sospecha de una afección causa por un vaso sanguíneo.
3. Examen neurológico: durante esta evaluación el especialista examina las zonas inervadas por el nervio, buscando puntos gatillo o desencadenantes del dolor.
También, el especialista puede solicitar otros exámenes o pruebas adicionales para descartar diversas enfermedades primarias que pudieran ocasionar características similares. Por tanto, evita el autodiagnóstico y acude a un especialista.
¿Cuál es el tratamiento de la neuralgia del trigémino?
El tratamiento para esta condición depende de la severidad del caso y de su origen o causas. Sin embargo, usualmente, se inicia con una terapia con medicamentos, la cual puede llegar a opciones quirúrgicas si el problema persiste.
El uso de medicamentos
Los medicamentos más efectivos para tratar la neuralgia trigeminal son los anticonvulsivos como la carbamazepina. Este medicamento es una droga anticonvulsiva que disminuye o bloquea las señales de dolor. Sin embargo, los anticonvulsivantes son fármacos fuertes que tienen diversos efectos secundarios y reacciones adversas que necesitan ser evaluadas y consideradas.
Otras alternativas con medicamentos, son el uso de espasmolíticos o relajantes musculares, y las inyecciones de Botox.
Sin embargo, la frecuencia, dosis, o cambio de un medicamento a otro dependerá completamente de tu médico y la evolución de los síntomas.
Alternativas quirúrgicas
Cuando el tratamiento con medicamentos no es efectivo, tu médico puede considerar el uso de alternativas quirúrgicas. Dentro de este tipo de terapias se incluyen una amplia variedad de procedimientos abiertos y otros mínimamente invasivos como los siguientes:
• Rizotomía: es un procedimiento en el que se destruyen fibras nerviosas especificas con la intención de aliviar el dolor. Este procedimiento puede lograrse por diversas técnicas que incluyen el uso de radiofrecuencia, inyecciones de glicerol, o el uso de balones de compresión.
• Descompresión microvascular: este procedimiento es el más invasivo entre las alternativas quirúrgicas y consiste en la reubicación o eliminación del vaso sanguíneo que esté causando el problema.
Empero, todas las terapias quirúrgicas tienen sus limitaciones, complicaciones, efectos adversos y riesgos asociados e, incluso, sus tasas de recidiva particulares. Por esta razón, es necesario un estudio completo y exhaustivo antes de considerarlas.
Técnicas complementarias
Adicional al uso de medicamentos y las cirugías, muchos pacientes deciden usar técnicas complementarias como el uso de acupuntura, terapia con vitaminas, terapia nutricional y estimulación eléctrica. Aun así, estas medidas se toman en combinación con los medicamentos y sus tasas de éxito son variadas y según cada caso.